Cuando pensamos en qué hacer en Altea con amigos, lo primero que se nos viene a la cabeza es su encanto mediterráneo, con calles blancas, mar azul y un ambiente relajado que invita a disfrutar sin mirar el reloj. Pero más allá de pasear por su casco antiguo o sentarse en una terraza, hay propuestas pensadas para quienes buscan algo distinto. Desde la adrenalina del mar hasta la desconexión en plena montaña, Altea se convierte en un lugar versátil capaz de adaptarse a cualquier grupo de amigos.
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Playas y chiringuitos: el punto de encuentro perfecto
Si hay un lugar que resume el espÃritu del Mediterráneo, son las playas de Altea. No importa si se prefiere tomar el sol en una tumbona o compartir una comida entre amigos, porque aquà los chiringuitos cumplen la función de centro social. Con un plato de arroz, música suave de fondo y vistas al mar, los planes parecen encajar de forma natural. Además, muchos ofrecen actividades complementarias que convierten la jornada en algo más que un simple dÃa de playa. Para los que se preguntan que hacer en Altea en pareja debemos decirle que es un lugar ideal, ya que sus calles y vistas la convierten en un lugar de lo más romantico.
Alquilar motos de agua: adrenalina frente a la bahÃa
Uno de los planes estrella para grupos es alquilar motos de agua en Altea y soltar adrenalina en el mar. Desde el puerto deportivo de Portosenso parten las excursiones de Fun&Quads, empresa especializada en actividades náuticas y terrestres. Con ellos, el Mediterráneo deja de ser solo un paisaje para convertirse en un terreno de aventura. Las rutas varÃan desde salidas de 30 minutos hasta travesÃas de dos horas en las que se recorre la bahÃa de Altea, el faro del Albir o incluso la Sierra Helada.
El atractivo no es únicamente la velocidad. La experiencia permite contemplar Altea desde el mar, con panorámicas únicas de la Isla de la Olla y de los acantilados que marcan el inicio de la Sierra Helada. Para quienes buscan algo más largo, las travesÃas hacia Benidorm combinan conducción, baño en aguas cristalinas y fotos en enclaves que habitualmente solo se ven desde tierra. Lo mejor es que no hace falta licencia: basta con una breve explicación de seguridad para comenzar la aventura.
Actividades en la montaña: naturaleza y motor
Altea no es solo mar. Muy cerca se encuentran enclaves naturales que son perfectos para quienes prefieren cambiar las olas por los caminos de tierra. Las excursiones en quad de Fun&Quads son un ejemplo de cómo combinar la emoción del motor con la tranquilidad de entornos únicos. La Sierra Helada se convierte en un recorrido de contrastes, con miradores naturales que dejan ver la costa desde otra perspectiva.
Otra opción es poner rumbo a las Fuentes del Algar, un paraje que mezcla cascadas, vegetación autóctona y piscinas naturales. Llegar en quad añade un componente de aventura que hace que la ruta se convierta en parte esencial del plan. Y si lo que se busca es historia, el Castillo de Guadalest aparece como destino final de una ruta que combina cultura, diversión y adrenalina a partes iguales.
Fiesta en Altea: noches que no terminan
La vida nocturna de Altea es otro de los reclamos para quienes visitan la ciudad en grupo. No se trata solo de tomar algo, sino de disfrutar de una fiesta en Altea que mezcla bares con música en directo, pubs junto al mar y espacios donde la conversación y el baile se alargan hasta la madrugada. La ventaja es que todo está cerca, lo que facilita moverse de un local a otro sin complicaciones. Esa mezcla de ambiente internacional y autenticidad local hace que sea un punto de encuentro habitual para grupos jóvenes y adultos que buscan disfrutar sin prisas.
Una combinación que siempre funciona
Altea ofrece lo que pocos destinos consiguen: que cada grupo pueda diseñar su propio plan sin renunciar a nada. Por la mañana es posible pasar tiempo en la playa, al mediodÃa reunirse en un chiringuito y por la tarde vivir la experiencia de las motos de agua frente a la bahÃa. Si todavÃa queda energÃa, la montaña abre un abanico de rutas en quad para terminar el dÃa de forma distinta. Y cuando llega la noche, la fiesta pone el broche a una jornada redonda.
Quienes buscan qué hacer en Altea con amigos descubren que no hay un único plan, sino un abanico de posibilidades que encajan en cualquier agenda. Lo importante es que cada experiencia, ya sea en el mar o en tierra, se convierte en un recuerdo compartido que marca la diferencia en las vacaciones. Y en ese punto, Fun & Quads es un aliado perfecto para que el Mediterráneo deje de ser un simple escenario y pase a ser una aventura compartida.