La playa Punta Negra de Denia no es una playa más. Es un punto y aparte. Una cala de roca recortada entre acantilados donde el azul no solo se mira, sino que se escucha, se huele y, sobre todo, se vive. Quien ha puesto un pie aquí sabe que algo cambia: no sabes si por la transparencia de sus aguas, por el rumor de las olas chocando contra la piedra o por esa mezcla entre lo salvaje y lo íntimo que pocas playas conservan en verano. Lo cierto es que basta una mañana aquí para tener la sensación de haber hecho algo importante sin hacer casi nada.
Pero eso, en el fondo, es solo la primera capa. Bajo la superficie (literal y figurada), esta cala esconde mucho más. Hay rutas por el Parque Natural del Montgó, cuevas horadadas por la historia, vida marina agazapada entre posidonias y experiencias que te llevan más allá del simple baño. Porque aquí se viene a flotar, sí, pero también a pilotear tu propia moto de agua, a remar con kayak hasta una cueva olvidada o a perder la noción del tiempo con unas gafas de snorkel. La buena noticia es que todo eso —y más— no solo es posible: está al alcance de la mano.
Índice de contenidos
¿Qué hacer en la playa Punta Negra de Denia?
La playa Punta Negra de Denia es una de esas joyas que todavía se pueden encontrar sin buscar demasiado. Tiene menos de un kilómetro de extensión, acceso fácil por la carretera del Barranc del Monyo a Les Arenetes, y está enclavada en una zona que forma parte de las calas rocosas de Les Rotes. Aquí no hay hamacas ni chiringuitos. Hay praderas de posidonia protegidas, rocas que abrazan el agua y una decisión clara del ayuntamiento de no retirar la vegetación marina para preservar la biodiversidad.
Las aguas, como en un anuncio que no necesita efectos especiales, son cristalinas. Perfectas para el snorkel. No hace falta equipo profesional: basta con sumergir la cabeza para ver bancos de peces, formaciones rocosas submarinas y, si tienes suerte, alguna estrella de mar. Quien prefiere el senderismo tiene el paseo de Les Rotes, una ruta peatonal con vistas al Mediterráneo que conecta con otras calas y puntos naturales. Y para los amantes de la fotografía, pocas localizaciones como esta ofrecen tanta riqueza visual: desde gaviotas sobrevolando la costa hasta amaneceres naranjas que parecen de mentira. A pesar de su carácter natural, la playa cuenta con servicios esenciales como WC públicos y vigilancia, además de una línea de balizamiento activa en temporada alta para proteger a los bañistas.
Descubre Denia desde el mar: motos de agua y rutas inolvidables
Y si la experiencia en tierra te sabe a poco, es desde el agua donde Fun&Quads despliega su carta de intenciones. No se trata solo de alquiler de motos de agua en Denia, sino de sumergirse en rutas guiadas que cruzan acantilados, cabos y reservas marinas con la adrenalina como compañera de viaje.
Una de las más buscadas es la excursión al Cabo de San Antonio. Desde el puerto, se parte con el rugido de las olas y se llega a uno de los enclaves más imponentes del litoral alicantino. Los acantilados superan los 200 metros, y verlos desde una moto de agua pone en contexto lo pequeño que es uno frente al mar. El recorrido, de una hora, incluye paradas para darse un baño y contemplar, desde otro ángulo, lugares como la Torre de Xeco o el propio castillo de Denia.
Para quienes quieran más, está la excursión estrella: una ruta de dos horas hasta el Cabo de la Nao, pasando por el Portixol y el Cabo Prim. Pocas formas mejores de conocer la costa norte de Alicante que esta: motor, mar y libertad. Todo ello supervisado por instructores que conocen la zona como la palma de su mano.
Alquiler de kayak en Denia: remar hacia lo extraordinario
Otra de las experiencias que ha ganado peso en los últimos años es el alquiler de kayak en Denia, y con razón. Aquí no se trata solo de remar. Se trata de avanzar hacia rincones donde la tierra se funde con el agua y las historias se esconden en la piedra.
Una de las rutas más populares es la que lleva desde la playa de Les Rotes hasta la Cova Tallada. Se trata de una cueva excavada por la mano del hombre siglos atrás, cuando se extraía piedra tosca para construir los edificios más emblemáticos de la zona. Llegar hasta ella en kayak tiene algo de rito iniciático: el mar, la brisa y la roca marcando el ritmo. Una vez dentro, se hace una parada para practicar espeleología y descubrir los secretos del yacimiento.
La ruta continúa con una inmersión controlada para hacer snorkel y ver de cerca la fauna y flora marina. Es aquí donde el kayak deja de ser solo un medio de transporte para convertirse en el pasaporte a un mundo distinto. Y si no has remado nunca, no pasa nada: los guías de Fun&Quads te acompañan, te enseñan y te garantizan una experiencia segura y enriquecedora.
Una escapada completa en el corazón salvaje de la Comunitat Valenciana
Más allá de la playa Punta Negra de Denia, todo el entorno está lleno de posibilidades. A escasos minutos, se encuentra el Parque Natural del Montgó, con rutas que serpentean entre pinos, barrancos y miradores con vistas al mar. Muy cerca también está el castillo de Denia, una fortaleza andalusí que corona la ciudad y ofrece una panorámica privilegiada de toda la Marina Alta.
Y si te queda tiempo (y ganas), puedes completar tu ruta explorando otras playas como la Marineta Cassiana o les Deveses, ideales para quienes prefieren largas caminatas junto al mar. Pero si lo que buscas es salirte del plan habitual y probar algo que recordarás, lo mejor está claro: una moto de agua, un kayak y una dosis de mar abierto. Porque al final, el turismo ya no va de estar, sino de hacer. Y Fun&Quads ha entendido que hay lugares que solo se descubren cuando uno se lanza a vivirlos.